martes, 7 de mayo de 2013

Masajeando

Este domingo hemos finalizado un curso de masaje infantil al que hemos dedicado tres sesiones, en familia, y del que hemos disfrutado mucho. Hace unas semanas también asistí, esta vez sólo con Alicia, a un taller de masaje Shantala que me enamoró.

Hay muchas publicaciones sobre las características y ventajas del masaje para bebés y yo no descarto hacerla algún día pero hoy lo que quiero es contaros mi experiencia, mis sensaciones.

Desde que nació Alicia, antes incluso, me atraía la idea del masaje. Para mí siempre ha sido tan placentero recibir un buen masaje que pensaba que sería genial poder hacer que ella se sintiera así de bien. Pero las primeras experiencias no fueron lo que esperaba. Se encogía, parecía no gustarle nada e incluso lloraba. Me costó un poco entender que en un principio ellos sienten el masaje como algo invasivo, no les gusta que les toquen algunas zonas como la cara o el pecho. Hay que ir poco a poco, al ritmo que marque el bebé, siempre pidiéndole permiso y respetando que, aunque a nosotros nos parezca el momento ideal, a nuestr@ peque no le apetezca nada.

Un detalle que aprendí en la sesión de Shantala fue que la cercanía, el silencio y el contacto con su madre y con la tierra hacen que los bebés se sientan mejor con el masaje. A mi niña no terminaba de gustarle cuando se lo daba en su cambiador pero aquel día, sentada en el suelo y con ella sobre mis piernas y en silencio, sólo mirándonos, sonreía mientras mis manos la acariciaban con aquel aceite de aroma delicioso. Lo vivimos como algo muy hermoso.

Tal y como hemos ido descubriendo estos días, el masaje hace que los bebés se acostumbren al contacto físico y lo utilicen también para expresar sus sentimientos, no les dé pudor dar y recibir besos y abrazos de cariño. Y, a su vez, sepan distinguir lo que es un masaje o una muestra de amor de lo que no lo es, lo que serviría (ojalá ningún niño lo sufriera nunca, tiemblo sólo de pensarlo) para detectar y prevenir posibles abusos.

Lo importante, sobre todas las cosas, es que ese rato que dedicamos al masaje es para nuestro peque, estamos con él, dedicándole el cien por cien de nosotros mismos y eso es lo que ellos más desean. Nos dan tanto y nos piden tan poco...

Vosotr@s dais masajes a vuestros bebés?? Habéis ido a algún curso o seguís el 'instinto'? Qué les parece a vuestros peques, les gusta?? Como siempre, deseando que me contéis. Besos


2 comentarios:

  1. Que bonito, yo quiero probar, pero gordi no para quieta, esta pasa de masajes...

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    1. Ve probando, poco a poco cuando esté tranquila (aunque sea complicado...) y seguro que le gusta y se relaja, aunque haya que tomárselo con paciencia. Merece la pena intentarlo

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